martes, 13 de marzo de 2012

El hambre y el odio jamas terminaran!

Hace unos días un soldado norteamericano perdió la razón y entro a varias casas para asesinar 16 civiles afganos entre ellos, 9 niños. Hace un par de semanas, un helicóptero disparo contra una casa infantil donde murieron 9 personas, entre ellos 4 niños. +

El hombre tiene un instinto natural para destruir, para romper, para matar, no es más que el otro lado de la moneda, es el lado opuesto en la balanza de la vida. Somos capaces de escribir una hermosa sinfonía, diseñar grandes edificios, construir aviones que surquen el cielo con magnificencia o dar vida a gigantes marítimos que cruzan con elegancia los 7 mares. Así como construimos grandes cosas también nos gusta destruir esas grandes cosas, simple y sencillamente para volverlas a construir aun más grandes y bellas.
Todo esto no suena nada mal hasta que la palabra “fatalidades” entra en la oda, hasta que vemos esas hojas caerse de nuestros arboles genealógicos como cuando el otoño llega.

Cualquiera diría que estamos llegando a la época del final de los tiempos, pero esto es exagerado, la vida siempre ha sido así, desde que conocemos algo de historia. Cuando no fueron los griegos, fueron los egipcios, o los romanos… Luego en tiempos más modernos los ingleses, franceses y españoles… Ahora? Estados Unidos! Los imperialismos siempre han existido, el hombre siempre ha querido más…
Violaciones y asesinatos? Lo mismo que pasa hoy pasaba hace 500 años y también hace 3,000 años. Solo que ahora las noticias vuelan por la red, por los sistemas satelitales y nos hace sentir más pequeños, nos hace sentir como si todos viviéramos el mismo horror.


No importa lo que pase, nosotros siempre seremos así, el problema será cuando algún loco llegue al poder y con ellos nos lleve un paso más adelante, una guerra nuclear, química o bacteriológica… Una vez que el botón sea oprimido y los misiles iluminen el cielo, no hay vuelta atrás.


Sabemos que cada evolución que hemos tenido, desde el descubrimiento del fuego, la invención de la rueda o el microprocesador, nos han costado lágrimas, sudo y a veces sangre. Pero después de este “brinco” sobreviene un tiempo de esplendor, un tiempo de paz donde el hombre se sienta a contemplar su creación o simplemente se dedica a desarrollar lo descubierto.
Yo creo que algo asi se aproxima, una gran guerra, una guerra con tintes justicieros, cubierta con una cortina de política y con un terrible trasfondo económico. Luego una gran destrucción, muerte, plagas y dolor, para luego dar paso a una etapa de arrepentimiento, de perdón, de reconstrucción. A diferencia de un brazo que se pierde, no vuelve a crecer, el alma se puede sanar, el alma puede volver a ser lo que era antes.

Esta será la evolución del mañana, nos hartaremos de sangre, de odio y venganza, para llegar a un agotamiento donde solo se buscara la paz. Entonces el mundo podrá ver su reconstrucción, no solo material sino también espiritual.
Así viviremos por un tiempo, hasta que esta hambre de poder regrese, hasta que la sangre que se derramo sea lavada o absorbida por la tierra, hasta que alguien más vuelva a soñar con la corona y esconda sus deseos tras las banderas de libertad y justicia!

1 comentarios:

Estas inpirado ARAMIZ, me agrado mucho tu reportaje.

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