viernes, 16 de marzo de 2012

Insaculación precoz

Ramon Quintana Woodstock



 Por un lado casi me convencen de que vote, con tanto impacto de IFE han logrado verter mi espíritu rebelde por el de un manso cordero. Las idioteces más ridículas no se ven en los comerciales del Bubulubu y las galletas Emperador, están en estas invitaciones a votar, afortunadamente ya quitaron aquel de Pepto Bismol donde la botellota era un copiloto de uno que sufría por la acidez. Este último era el que podría competir por el premio que pensaba instituir, algo parecido a los Oscares, pero región cuatro. Creo que le podríamos acuñar el nombre de “lo más estúpido de los medios”. En la terna pondría los siguientes spots: “te lo dije”, ese donde sale un tenor panzón. “ensartar la aguja” aquel donde aparece una sexagenaria que tiene la facultad de ensartar rápido una aguja, y porque no, en tercer lugar ponemos el de la FEPADE “abusan de nuestra necesidad”, que bárbaro, ese es uno que podría ganar fácil el primer lugar a la ridiculez, sin embargo el jurado calificador habrá de ponderar los pormenores, y mediante el aplausómetro, se dará el premio al ganador que consiste en cien mentadas de madre. 

En ésta veda electoral, el IFE la esencia era callar a los candidatos, y que se abstuvieran de hacer actos proselitistas, el único que se quedó fastidiando cada quince minutos, fue el H. Instituto. En todos los medios electrónicos no deja de sonar esa intensificada persuasión, que fastidia, aburre,  encaborna, son muchos los impactos, que se escuchan y se ven en cualquier canal de radio o televisión. Creo que podría soportarlo si la finalidad fuera otra, pero no, en este juego electoral de nuevo milenio se pretende recomponer lo que por casi cien años se descompuso y que mandaron al cabron los políticos con sus arranques de egocentría y de cleptomanía. Tanto fallar, tanto mentir, tanto robar desgasto el sistema que antes nos regalaba filas para sufragar, hoy nos regala lastima. 



Todos estamos de acuerdo en que la democracia mexicana es cara, tan cara que ni siquiera un país del primer mundo hace el equivalente, pero ya jodidos, nos faltaba saber que los consejeros se regalaron un bono, dígame usted lector, responda con honestidad, ¿si se le ofrecieran treinta mil pesos mensuales por hacer la chamba de consejero, lo haría? Ante este holocausto laboral, quiero pensar que más de cincuenta millones de mexicanos estarían dispuestos a desarrollar cualquier trabajo por esa cantidad de lana. El consejero presidente y sus sequito de empleados que suman nueve, promovieron una cuantiosa cantidad de dinero que suma dos meses de sueldo, ellos le dicen “bono”, yo le digo “robo”. Esto es peor que la propaganda, es algo que no se puede soportar en un país de pobres, donde alrededor de veinte millones viven en extrema pobreza, a veces se disputan la vida para comer una sola vez al día, o tal vez dos, si bien les va. Hay pueblos donde la gente junta insectos para comérselos, y no porque sean sabrosos, es que no hay que comer. 


En la sierra de Chihuahua, la gente come quelites, una hierba silvestre que se combina –a veces- con los frijoles, estaría bien si fuera una vez, pero esto sucede casi todo el año. En mi  ciudad, las secuelas de la violencia han dejado más de cinco mil niños sin padre y otros tantos huérfanos. No hay quien los atienda, no hay quien se ocupe de su educación, no hay terapias, no hay nada para ellos, representan el súper hombre del mañana, si estos salen buenos ciudadanos por la espontaneidad de la vida, deberemos estar muy agradecidos, pero los libros indican todo lo contrario. Se necesita mucho dinero para emprender una campaña que no pare en los próximos veinte años, pero el dinero se gasta en otras cosas, y aquí tenemos un vivo ejemplo de la ignominia masiva.


 ¿Qué diferencia hay entre un wey que roba legalmente y otro que lo hace a escondidas?...el segundo va a la cárcel. Al primero, hay que agradecerle que nos robe,  pues hay que aplaudirle que cuide a los políticos encampañados, porque en un descuido, -la experiencia lo dice- también arañan y se benefician con lo ajeno. Don Leonardo se escuda en que es la máxima autoridad en el ejercicio democrático, y nos manda el -mensaje entre líneas-, de que él y sus cuates, merecen, tal cantidad. “Según cálculos realizados, el bono electoral que recibirán consejeros electorales será de alrededor de 400 mil pesos. Sin embargo, este monto se ajustará para cuidar que no se rebase el límite permitido por la Ley de Salarios Máximos”

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